viernes, 18 de julio de 2008

XIII LAMUERTE.


Transformación, separación, pérdida, liberación, revolución.


Ilustración de la baraja de “El Tarot de Robin Wood”

Evolución positiva: La suerte del encuentro, el cambio, nos traerá el resurgimiento.

Evolución negativa: La desgracia de la ruptura, el cambio, nos traerá el final de la relación.

Generalmente este es un arcano mal entendido por todos y no significa necesariamente la muerte física, sino como toda la renovación de las cosas, porque inevitablemente para vivir hay que morir en alguna de las manifestaciones vitales.

Precisamente este arcano nos invita al cambio, pero a un cambio bastante especial: a una transformación completa desde nuestras acciones, puliendo el gran diamante que es nuestro ser.

La tarea por tanto de cualquier persona con el arcano personal de La Muerte es aceptar cualquier tipo de transformación o muerte, desde un ámbito de mejora continua y liberadora.

No es el cambio por el cambio, sino que el cambio como una forma de autocrecimiento.

Generalmente los grandes cambios en la vida son llevados progresivamente y son más profundos de lo que nosotros creemos.

En este sentido el desafío es despojar lo inservible de nuestras vidas, despojarse de los miedos y errores y avanzar.

Teniendo siempre presente que para ello debemos de trabajar la tierra (que en sentido inconsciente serían nuestros pensamientos - angustias - rabias - deseos) para hacer prosperar.

Posiblemente este tipo de personas se encuentren en grandes transformaciones en sus vidas y tengan que armarse de recursos suficientes para el logro de estos cambios.

Su tarea o desafío es gestar, asumir y conducir el propio cambio, esto es, morir al pasado para vivir el futuro.

Las características psicológicas que lo potencian son la actitud respetuosa, ser profundo, justo, leal.

Las reacciones que lo limitan son el exceso de solemnidad, la actitud cambiante y controladora.


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