Evolución positiva: La justicia de la Emperatriz más la confianza en sus acciones, nos da la firmeza necesaria en la vida.
Evolución negativa: La injusticia de la Emperatriz más la desconfianza en sus decisiones, nos da la duda que nos impide obrar con la firmeza necesaria.
Con la fuerza se trabaja todo un aspecto femenino.
Quien esté dominado por el arcano de la Fuerza el desafío en esta vida será trabajar consigo mismo, porque todos los recursos se encuentran precisamente en uno.
Debido a que nuestra esencia es divina (el alma - cuerpo y todo nosotros es conciencia divina) tenemos la gracia y oportunidad de enmendar errores, aprender y potencializarnos.
El camino dictado es entonces reconocer nuestras potencialidades y sacarlas a flote.
Dura marcha por reconocer, porque para ello debemos saltar adversidades y sobre todo
nuestros miedos y vicios, esta es una gran oportunidad para aquellos que están dirigidos en este arcano.
También nos muestra la dualidad, esto es trabajar con el orgullo y el narcisismo, porque el equilibrio parte por reconocernos con nuestros errores y limitaciones, es la única forma que tenemos para liberarnos y hacernos más fuertes.
Su tarea o desafío es reconocer contradicciones propias, aceptando las fuerzas que residen dentro de uno mismo.
Gozar de la vida al máximo y ser capaz de romper las inercias.
Las características psicológicas que lo potencian son contradictorias. Por un lado, espiritual. Por otro, concreto. Además, la fortaleza.
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